Día 3: Nice to meet you Mr. Callan

Nuestro tercer día en Zagreb nos ha servido para hacer las presentaciones formales con el método Callan y con el frío croata. El día amanecía con nuestro ya tradicional desayuno europeo, había que coger fuerzas para enfrentarnos a lo que viniese, y vaya si las necesitábamos. Muy felices nos dirigimos hacia la academia Inicijativa, disfrutando de un extraño día soleado, en la que pudimos contemplar edificios y tomando fotos de esculturas que adornan el entorno. 

Algo antes de las 9:30 llegamos a las instalaciones de nuestro centro de formación, donde Jelena nos estaba esperando para darnos la bienvenida y ayudar a que nuestros nervios se esfumaran gracias a una distendida charla en Inglés. Nos ofreció café, unas pastas, algo de fruta… todo iba sobre ruedas hasta que aparecieron nuestros “teachers” y muy amablemente nos invitaron a pasar a clase. Lucía y Daniel trabajaron con María, y Carmen con Doma, diminutivo de un impronunciable nombre croata, ambos muy simpáticos y agradables… hasta que se pusieron manos a la obra.

Tras una breve introducción del método y compartir las expectativas que teníamos para esta semana, comenzamos a repasar contenidos muy elementales pero a una velocidad vertiginosa para esas horas de la mañana, y ese es el espíritu del Método Callan: habla inglés, escucha inglés, todo ello a un gran ritmo que no te permite traducir al castellano, sino que te obliga a pensar en inglés. Según nos contaron luego nuestros profesores, ese es uno de los objetivos que persiguen con esta forma de trabajar. Otro de los aspectos en el que hacen micho hincapié, es la corrección en la pronunciación; en definitiva, nuestra primera impresión es algo que ya sabíamos, a hablar se aprende hablando.

Cada 50 minutos hacíamos un descanso para oxigenar la mente, ya que el frenético ritmo impuesto en las lecciones, lo hacían necesario. En cada uno de estos descansos, observábamos, a través de las ventanas, el espléndido sol que brillaba en el cielo de Zagreb, algo inusual aquí.

Conforme avanzaba la mañana y vivíamos cada una de las lecciones, íbamos imaginando cómo podíamos aplicar este sistema en nuestro centro. Obviamente, no estamos preparados para aplicarlo con la soltura y eficiencia con la que lo hacen nuestros formadores nativos, pero sí podíamos vislumbrar a nuestro alumnado jugando con flashcards de Science, repasando al mismo tiempo estructuras trabajadas desde el área de Inglés.

A las 14:30 aproximadamente, salimos de la academia, para buscar algún lugar donde comer mientras “disfrutábamos” del bonito sol que lucía en las calles. Lo que no imaginábamos era el gélido viento que soplaba suavemente pero que te helaba el cuerpo, sensación que fue empeorando según pasaban las horas y el sol se escondía por nuestro querido y cálido occidente. No obstante, nos pertrechamos debidamente con guantes, bufandas y chaquetones, y nos dispusimos a pasear por las calles de la ciudad, comprar algún recuerdo para la familia y planificar la jornada siguiente. El día acabó con una merecida ducha caliente y deseando que comience un nuevo día para los Erasmus Rompieros.