Día 4: Esto no es tan fácil

Tras la ventana salía un solitario sol en un cielo azul, casi tan parecido al nuestro, la diferencia la encontramos cuando salimos a la calle y notamos el frescor impactante en nuestra cara, así, de sopetón. Esta noche ha debido ser dura para aquellas personas que han pasado la noche fuera; coches y parques helados, bufandas, gorros y guantes por doquier, lo que viene siendo un día normal en Croacia.

Hoy madrugamos algo más para acercarnos a ver el mercado Dolac en plena ebullición, un sin fin de puestos repletos de frutas, flores, vegetales, etc. En el mercado subterráneo, las carnes, quesos, cecinas… como podrán imaginar, la mezcla de olores también nos dan una idea del estilo de vida croata.

Con el aroma del mercado nos dirigimos hacia nuestro centro de formación, donde nos esperaban la mayor parte del staff de la academia, junto con nuestra querida Jelena, que se está encargando de ayudarnos en nuestra estancia en Zagreb. El simpático Domagoj nos contó que pasó más de 20 años viviendo en Londres, volvió hace 13 años a Zagreb, y comenzó a trabajar con el método Callan.

Hoy tuvimos 2 bloques de clases con un descanso en medio que realmente nos vino muy bien. Este sistema basado en fast-speak es bastante estresante, de hecho, cuando trabajan con niños y niñas locales, tan sólo lo aplican durante bloques de 15 minutos. Compartimos con el staff las posibilidades que tiene una adaptación de este sistema en nuestro centro.

Cuando salimos de la jornada de formación, Lucía, Carmen y Daniel compartieron la misma reflexión sobre lo exhaustivo del sistema, suponen que será cuestión de adaptación.

Como si fuera un presentimiento, el magnifico sol que amaneció se había escondido detrás de un mar de nubes grises que incluso amenazaban con algo de lluvia. 

Nos dirigimos a buscar un lugar donde comer con  el continuo frío calando nuestros huesos. Comimos diferentes platos típicos de la gastronomía croata. Poco a poco nos llegan de España noticias sobre la situación de los aeropuertos europeos, las conversaciones telefónicas con la familia son mas frecuentes, la añoranza de la familia y amigos se empieza a notar; todo ello hace que a veces algunos de nuestros aventureros baje sus ánimos, pero como buen equipo, los superamos juntos.

¿La terapia para solventar el bache? 10 kilómetros de running por las calles de Zagreb.

Nadie dijo que ser Erasmus fuera fácil.