Day 2: Meeting Nicosia by ourselves
Nuestro segundo día arrancó bien temprano, a las 8:30 estábamos desayunando y organizando lo que sería nuestro primer día en la capital chipriota.
Sin tener noticias de la maleta de Anabel, y tras las gestiones con el seguro de viajes contratado, procedimos a pasear por el casco antiguo de Nicosia. Decidimos dirigirnos hacia la concurrida calle Ledras, que a esas horas estaba casi vacía. Comercios abriendo sus puertas, chipriotas tomando café y varios gatos esperando en la puerta de diversos comercios, hecho que nos empezó a llamar la atención.
Tras el paseo por esta famosa calle comercial, nos topamos con Eleftheria Square, la plaza referente del centro de Nicosia, una plaza moderna que contrasta con el más puro estilo mediterráneo del resto de la ciudad, tras la cual continuamos el paseo matutino rodeando la muralla veneciana que rodea el centro histórico de la ciudad.
Para terminar la mañana visitamos un bonito templo escondido en en centro de la ciudad, rodeado de bares, donde conocimos y aprovechamos el calor de sol chipriota. Tras alejarnos un poco del epicentro de la ciudad, buscamos impregnarnos de la cultura local, como es obligación en todo proyecto Erasmus, y encontramos un restaurante que nos permitió probar algunos platos típicos de Chipre, obviamente influenciados por la cocina griega; hemos de recordar que Nicosia es la única capital divida del mundo, al sur encontramos la parte greco-chipriota, y al norte la parte turco-chipriota. La comida fue una vorágine de sabores y olores, aderezados por la actuación de un grupo de musica local. Toda una experiencia para los sentidos. Sin lugar a dudas, Chipre se ha colocado a la cabeza de ranking gastronómico de nuestras movilidades; la cocina mediterránea se hace notar.
Tras la copiosa comida, volvimos hacia el hotel donde nos encontramos a la singular coordinadora Lituana, con la que entablamos conversación; en ese preciso instante aparecieron Soteroula y el equipo checo, con los que también intercambiamos saludos. Tras despedirnos brevemente y emplazarnos a la tarde para visitar la parte turca de la ciudad, nos dispusimos a buscar ropa para Anabel, que seguía sin noticias de su equipaje, toda una faena que está llevando con gran entereza.
Como si de una gymkana del propio Pekin Express se tratara recorrimos tiendas y supermercados para adquirir elementos básicos; y cómo no podía ser de otra forma, los Erasmus Rompieros siempre consiguen su objetivo. Tras una ducha, nos encontramos en el hall del hotel al equipo búlgaro, ya quedan menos equipos por hacer su aparición. República Checa, Bulgaria y España, pasaron los dos controles policiales para adentrarse en la zona turca de país. Un breve paseo, debido a la escasez de luz de esta zona, en contraste con la parte sur, provocó que la expedición pospusiera la visita a otro día.
Este paseo nos sirvió para conocer a parte del equipo humano que hay detrás del Shatter the grey!
#SomosErasmus
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