Last days: Ačiū, Lietuva

 El día de la Hispanidad nos deparaba otra inmersión cultural, esta vez el viaje parecía no ser tan largo pero sin darnos cuenta nos bajamos casi dos horas después en el observatorio de Kirkilai, una torre se 32 metros de altura que nos ofreció unas espléndidas vistas.

Tras rodear el pequeño pantano y tomar algunas fotografías, nos volvimos a subir al bus para dirigirnos a la cercana localidad de Birzai, en la que almorzamos sobre las 12:00 de la mañana, horario inusual para nosotros. Durante la comida, comentamos el éxito que está teniendo el blog en esta movilidad, así que aprovechamos para agradecer a todos y todas los lectores.

Desde que comencé a escribir este blog, permítanme que hable ahora en primera persona, siempre he querido reflejar cada uno de los aspectos que supone ser un Erasmus Rompiero, y ello conlleva pasar días duros, y hoy estaba siendo un día gris, al menos para mí, sin tener motivo ninguno me sentía triste, ¿quizás debido a la falta de sol? Siempre he escuchado que en los países nórdicos el clima condiciona la personalidad de sus habitantes. Quizás me hicieran falta unos grados más de temperatura y algo más del astro rey. Ver fotos de conocidos en la playa tampoco ayudó mucho.

Pero como en otras ocasiones, el maestro Daniel se apoyó en su Erasmus Team y sobrellevó la ventosa tarde que nos deparó la visita al Palacio de Birzai, en la que casi salimos literalmente volando al cruzar el puente más largo de toda Lituania.

El día terminaba con el regreso a Šiauliai y arreglándonos para celebrar la cena “oficial” de despedida de la movilidad; al día siguiente, varias delegaciones ponían rumbo hacia sus lugares de origen. Así que tras degustar la platos típicos de la región, y disfrutar de canciones del folclore lituano, nos fuimos a descansar.

El último día en Lituania amaneció sorprendentemente con un espléndido sol, lo que haría que los ánimos de la expedición mejorara. Las ganas de reencontrarnos con los nuestros hizo que afrontáramos el día de otra forma, prueba de ello es que hasta tuvimos tiempo hasta de hacer algo de deporte en los parques públicos.

Ya en el colegio, celebramos la tradicional gala de despedida con varias actuaciones musicales del alumnado lituano, como sorpresa, tuvimos que presentar nuestro centro a los niños y niñas asistentes, y se llevó a cabo la entrega de certificados y obsequios, no sin antes, dejar nuestra impronta en el libro de visitas de la escuela. También nos hicieron entrega de la bandera lituana que llevábamos con nosotros, firmada por gran parte del alumnado lituano.

Daba por concluida de esta forma la movilidad lituana, nuestras niñas pasaría  la última tarde con sus anfitrionas, y nosotros aprovechamos para caminar y hacer las últimas compras. 

Ya sólo nos queda agradecer y felicitar al equipo lituano por su buen trabajo y su calurosa acogida, a pesar de nuestra repentina toma contacto con el otoño. Vamos preparados y adaptados para el cambio de estación. Felicidades a Gabija y a Victorija. 

La vuelta a España, como siempre, una incógnita. Nos vemos en República Checa

#SomosErasmus