Day 3: Meeting Finnish school

Con el tercer día de nuestro viaje llegó la primera experiencia directa con el sistema educativo finés, pero como es costumbre, nuestros viajeros dieron cuenta del ya tradicional desayuno copiosos para cargar las pilas. 

En torno a las 8:00 de la mañana, nos encontramos con el grupo en la estación de Kamppi, para dirigirnos hacia nuestro destino: Iivisniemenn koulo, un colegio ubicado en el interior de un bosque de altos árboles, nuestro asombro al ver todavía nieve en el sendero que nos dirigía hacia la puerta del colegio.

A las 8:50, una veintena de niños y niñas jugaban en el patio, muchas bicicletas aparcadas, y en la puerta nos recibió Leila, la directora del centro, que nos invitó amablemente a pasar a la biblioteca del centro, para hacernos una presentación de la estructura organizativa de su centro. La autonomía organizativa es algo que nos sorprendió ya que adaptan la plantilla y su funcionamiento a las necesidades de casa curso escolar. Además el claustro de profesores tiene la obligación de adherirse a dos grupos de trabajo, el de grado y otro, a elegir entre digital, sostenibilidad, well-being (algo parecido a nuestro espacio de reflexión pero mucho más amplio) y pedagógico. Las reuniones en estos grupos son semanales y planifican el trabajo de la semana; la impresión que nos dio es la de flexibilidad total, a la hora de adaptar el currículum.

Tras esta presentación, llegaron varios niños y niñas de 6º para guiarnos por el centro en pequeños grupos. 

Pudimos observar diversas clases donde estaban dando Lengua finesa, Inglés, Matemáticas; hasta ahí todo normal; la idea del trabajo sin libros y todo digital era infundada, quizás por la “propaganda” que ha llegado a España; hemos comprobado que utilizan libros de texto a la par que se adentran en el aprendizaje basado en proyecto (nosotros ya lo hacemos). El taller fue otra de las aulas que nos impactó, en nuestra visita era el alumnado con necesidades educativas los que construían en madera, sus propios diseños de casas de pájaros; en esta ocasión había 2 profesores para 8 alumnos; todo un lujo. La norma general en clase es la veintena de alumnos, al igual que nosotros.

Continuamos  el tour visitando el aula de Música, un aula amplia llena de instrumentos musicales, guitarras españolas, ukeleles, guitarras y bajos eléctricos, batería y pianos, tanto acústicos como electrónicos, nada comparado con nuestras flautas y xilófonos. Todos los alumnos saben “tocar” todos los instrumentos, de hecho le pedimos a uno de los alumnos que nos guiaban que tocara algo, y nos deleitó con Para Elisa de Beethoven; el maestro Daniel, no pudo evitar aporrearlo un poco, al igual que Mónica, una maestra granadina, que también se atrevió a tocar la guitarra.

Tras el tour, comimos en el comedor escolar junto con el alumnado y los profesores, sopa de tomate o patatas, el gobierno se encarga de que en los comedores siempre haya un plato caliente.

Para finalizar la visita, regresamos a la biblioteca y nuestros fantásticos guías nos resolvieron las últimas dudas. Comenzamos a trabajar con nuestro compañero Roy, en el portfolio que presentaremos el último día.

La segunda parte del día, inmersión cultural con la visita a Suomenlinna, varias islas conectadas que sirvieron como fortaleza para la defensa ante ataques, hoy en día, es zona turística y de recreo. Pudimos comprobar la gentileza del viento del Norte.