Pues casi sin desempaquetar las gratas experiencias chipriotas de nuestras maletas, las volvemos a cerrar para comenzar nueva aventura Erasmus; en esta ocasión la tripulación ha aumentando con la participación de Andrea, Martina, Rocío y Vera, 4 alumnas de 6º curso de Educación Primaria, que tienen la difícil misión de representar a nuestro centro en la visita a Italia.
Tras superar el proceso de selección establecido y haber preparado diferentes actividades de investigación y conocimiento de la Toscana, la comarca que nos acogerá durante esta semana, a las 8:30 estaban esperando puntuales la llegada de los 3 maestros que las acompañaran: Anabel, Jesús y Daniel.
En esta ocasión, la ruta de viaje parece corta y segura, Faro, Lisboa y Florencia, pero con los Erasmus Rompieros nunca se sabe; de lo que sí tenemos la certeza es que llevan las maletas cargadas de ilusión por compartir, aprender y enseñar a las familias italianas que las acogerán hasta el próximo sábado, y a las que desde aquí, comenzamos a agradecer enormemente.
El viaje transcurrió con normalidad; para el equipo Erasmus, es una novedad el desplazarse a otro país con alumnado y la experiencia está siendo gratificante para todos. Juegos como inventar historias de pasajeros, que estimulan la creatividad y la narración oral, nos amenizó la espera hasta nuestro siguiente vuelo.
Una vez en tierra italiana, nuestras jóvenes aventureras se sorprendieron al comprobar que a las 19:00 horas, ya era de noche; y además, una “ligera” lluvia nos esperaba para darnos la bienvenida. Hay que decir, que en esta ocasión, y seguramente al ritual se despedida que le brindaron nuestras pequeñas Erasmus Rompieras, las maletas llegaron todas juntitas a su destino. Tras el tranvía hacia la estación de trenes Santa Maria Novella y tren de algo más de 35 minutos, llegamos hasta el andén de la estación de Figline Valdarno, en la que nos esperaban, ataviados con paraguas, tanto las familias italianas como nuestra amiga Ilaria.
Tras dejar a nuestras alumnas marchar con las familias, y agradecerles una vez más, la oportunidad que les van a brindar; Ilaria nos acercó al hotel, donde pudimos dejar las maletas y buscar el sitio más próximo donde cenar. La carga de hidratos de carbono ha comenzado para nuestra expedición; sin lugar a dudas, esta vez habrá que buscar hueco para hacer deporte, porque tanta pasta no va a ser buena.
Hoy ha sido un día largo, pero muy fructífero para la coordinación del Programa Erasmus, porque al ver la ilusión con la que afrontan nuestras alumnas esta experiencia, nos ha servido para comprobar que todo el esfuerzo que ponemos en internacionalizar nuestro centro, merece la pena. Por eso, hoy más que nunca #SOMOS ERASMUS
Claro que merece la pena! Mis mejores deseos en La Toscana. Seguiré vuestra experiencia con enorme interés. Muchas gracias por compartir.
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