Day 3: A very long journey

 Nuestro tercer día nos deparó la visita a la capital lituana Vilnius, lo que supuso madrugón y algo más de 3 horas de bus, con parada en gasolinera para estirar piernas, hacer “alguna urgencia” y café para calentarnos.




Sobre las 11 de la mañana llegamos a Vilnus, donde nos dirigimos al palacio de los Grandes Duques de Lituania y futuros reyes de Polonia, donde pudimos observar diferente obras pictóricas y mobiliario de la época. Los museos suelen ser un momento incómodo para el alumnado, pero nuestras niñas mostraron interés “en casi” todo momento. Mientras, el maestro Daniel, trataba de solucionar diferentes problemas administrativos del colegio con la ayuda de Jorge, prueba de la eficacia de las nuevas tecnologías.



Tras la salida del Palacio, visitamos la torre de vigilancia situada en una alta colina desde la que pudimos contemplar las espectaculares vistas de Vilna.


Durante la comida, en la que compartimos mesa con el equipo checo, la que nos sirvió para compartir inquietudes y experiencias organizadoras; se nota que los siguientes en acoger al equipo Erasmus son ellos y comienzan a ponerse nerviosos, pero Daniel y Anabel los aconsejaron lo mejor que pudieron.

La “última” parada fue en Trakai, una fortaleza medieval típica de postal de foto, donde pudimos hacernos fotos y comprar algún que otro souvenir. El lugar es maravilloso y como es mejor verlo que contarlo…






La vuelta hacia Šiauliai fue más larga que la ida, casi 4 horas de viaje provocada por la distancia, el “conocimiento” del chófer de la zona que nos hizo perdernos y alguna parada para un pipí de urgencia. Una vez estuvieron las niñas con las familias, llegamos a nuestro hotel a las 21:53, felices por poder comprar algo en el supermercado que está enfrente, pero sorpresa… cerrado. Sólo queda descansar y coger energías para el siguiente día.

#SomosErasmus


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