Day 1: Meeting Zeliv

 El primer día de programa transcurrió rápido y vertiginoso, y como no podía ser de otra forma, cargado de emociones. Nuestro alumnado comenzaba su jornada a las 7:30 de la mañana, horario al que no estamos acostumbrados; de ahí sus caras de cansancio.

Nosotros comenzamos algo más tarde, a las 9:00 nos encontramos en el salón de actos donde tuvo lugar el acto de bienvenida del programa checo. Siempre es un subidón de emociones el reencontrarte con socios como Jaromir, Dana, Povlav o Hanka, además del resto de expediciones europeas, a las que pudimos saludar en el desayuno.

El acto consistió en diversas actuaciones musicales y teatrales, incluso nos dio la oportunidad de danzar bailes tradicionales checos con nuestros anfitriones. En este momento, llegó el turno de las presentaciones de cada país al alumnado y profesorado checo, en el que aprovechamos la ocasión, y sabiendo que en ese mismo horario, en nuestro cole estaba teniendo lugar el evento en memoria de nuestra compañera Esther, quisimos pedir un fuerte aplauso que llegara hasta donde ella se encuentre, porque sabemos que era una apasionada de los idiomas. Desde el equipo Erasmus quisimos unirnos a tan emotivo homenaje dedicándole un trocito de esta movilidad con la colaboración de nuestros amigos europeos.

Tras el acto, hicimos el tour por la escuela y pasamos al comedor a degustar un típico plato basado en espinacas, cerdo y pasta. Ya nos advirtieron que el almuerzo es la comida más importante para los checos. Nuestro alumnado dio buena cuenta de ello. 

Tras el almuerzo visitamos la presa de agua cercana que abastece al pueblo y la central hidroeléctrica que se encuentra en las cercanías de Zeliv, momento que utilizamos para reforzar las relaciones con el alumnado acogedor. Realmente estamos notando que los niños y niñas checos están haciendo un esfuerzo enorme por que nuestros niños se sientan acogidos. Ya sabíamos que el frío checo no tiene nada que ver con el calor hospitalario de sus gentes.

Para la vuelta hacia el pueblo, nos plantearon dos opciones, volver en bus, o regresar caminando por un sendero atravesando el bosque; evidentemente, Sara, Julieta, Javi y Marina decidieron volver en bus, ya que era casi una hora caminando; y Lucía, Anabel y Daniel decidieron que pocas veces en la vida se presenta la oportunidad de atravesar un bosque checo, con lo que en este punto, separamos nuestros caminos hasta el día siguiente, que nos encontraríamos a las 7:30 para viajar a Praga.

Sin duda, nuestro primer día en Zeliv ha sido un cúmulo de sentimientos que no hacen más que hacernos pensar en la importancia de vivir cada día al máximo y aprovechar las oportunidades que la vida nos brinda.

#SomosErasmusRompieros